viernes, 8 de agosto de 2014

HISTORIAS MOTIVADORAS

Historias de superación motivadoras


La historia que voy a contar no es mía, pero sí he participado para que sea una historia de superación.
Una chica de origen africano, de 20 años casada y madre de un niño de meses. Este era su perfil cuando la conocí.
Llegó a Europa huyendo de su país por la hambruna, la miseria y la guerra que en aquel momento (hace más de 10 años) al igual que hoy hay en el continente Africano.
En pleno siglo XXI  muriéndose de hambre miles niños y niñas en África. Que lastima! que países tan ricos en recursos con minas de oro, diamantes o gas y a la vez países tan pobres por el abuso de PODER de los políticos.
Esta chica decidió emprender la aventura hacia Europa para no morir de hambre. Dejo a su hijo recién nacido y a su esposo. Tardo dos años en poder llegar a Europa. Cruzo el continente africano hasta que llegó a una ciudad que tenia puerto de mar.Dio todo el dinero para pagar el viaje hacia España.  Nunca había visto el mar y no sabia nadar pero se monto en un cayuco con otras cien personas más.
Algunas se murieron en el trayecto.
Cuando la conocí solo hablaba el dialecto de su etnia, ni ingles, ni francés y mucho menos español. Nunca había ido a la escuela. Había llegado a las costas de España en un cayuco, junto con otras mujeres y hombres. Lo paso realmente mal, sin papeles, sin redes sociales y familiares. Desarraigo y duelo por la separación de su familia; y lo peor es que no sabia si algún día los volvería a ver.
 
Fue una mujer muy valiente, aprendió hablar español, acudió a clases para alfabetizarse. Hoy sabe leer y escribir. Hizo un curso cocina. Realizo diferentes trabajos, hasta que finalmente fue contratada como cocinera.
Hace dos años pudo reagruparse con su esposo. Este año por fin llego su hijo y esta semana ha nacido su segunda hija.
Es una historia que quiero compartí con vosotros, pues no todas las que conozco tienen un final tan bonito.
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Sophia se vio animada por las lindas fotos que los vecinos que habían logrado llegar a Europa y enviaban. -”la foto del domingo”  cuando se ponían la ropa nueva y paseaban por el parque o las plazas y soñaban y soñaban para que algún día pudiera ser cierto las cosas bonitas que escribían a su madres o esposas o hijos. Pues miles de personas africanas han perdido la vida en el mar cuando hacían la travesía para llegar a las costas españolas. Nunca se sabrá cuantas y quienes fueron las que murieron.



DE ASCENSORISTA A GERENTE



Aun recuerdo las palabras de la profesora Laura que en reunión con mi madre en el 6to. básico le indicaba que su hijo no tenía capacidad para los estudios y que debía enviarme a trabajar y aprender un oficio, sin lugar a duda quizás en esos años sin darme cuenta fue un aliciente para seguir adelante. En la medida que avanzaba el tiempo, y repetía el primer año de enseñanza media, en dicha época el país estaba convulsionado y políticamente polarizados, lo que no me fue ajeno, ya que también entre en esa dinámica y que me hizo perder el tercer año medio en el año 73, año del pronunciamiento militar.
De ese acontecimiento, el año 74 fue un año sabático donde no hice absolutamente nada, solo pensar en pasarlo bien y disfrutar, además en el barrio ya se consumía marihuana y por cierto también estuve en esas lides, algo  desorientado a los 17 años no veía un futuro en mi vida muy auspicioso.
En el año 75 se inicia una nueva vida y que me llevo a estar donde estoy, ese año en el mes de febrero precisamente el día 3 de febrero, ingreso a lo que era la Compañía de Teléfonos de Chile, una de las compañías mas grandes del país, iniciando mi carrera como ascensorista, en lo que se llamaba la Secretaría General, donde existía 8 funcionarios para diferentes labores de servicio de correspondencia y manejo del ascensor. En el año 76 llega a la compañía quien sería el impulsor de mi carrera, el Coronel Sergio Moller como Gerente General y Doña María Partal como su secretaria, estas dos personas fueron claves en mi desarrollo.
El primer hecho ocurre a lo los pocos días de llegados, donde solicitan a uno de los muchachos del grupo, para ejercer como estafeta personal del Coronel, como régimen militar que estábamos, nos pusieron en fila para pasar revista y observar quien era el mas apropiado para el cargo.
Es preciso señalar que soy el quinto de cinco hijos que tuvieron mis papas, y mi hermano mayor que hacía las funciones de padre, ya que éste había fallecido el año 1965 cuando yo tenia 11 años, siempre me decía que debía ir con corbata a cualquier trabajo que tuviera, me recuerdo en esa época había una casa comercial tenia un eslogan para sus ventas “bien vestido, bien recibido” .
Al termino de la enseñanza media la logre postular a la universidad de Arica y solicite el traslado por la compañía pues mi postulación era en la nocturna, obviamente el Coronel autorizo mi traslado, no exento de dificultades, para el año 78 era estudiante de Contador Auditor, en la ciudad de Arica.
Estudiaba, trabajaba y también jaraneaba, fue pasando el tiempo y mi carrera dentro de la compañía fue ascendente, pasando por todos los puestos, así como al inicio fue de estafeta, en Arica seguí en lo mismo un tiempo, y luego fui asistente comercial, cajero, tesorero, jefe de administración y finanzas, Jefe de Atención Comercial y finalmente Gerente Zonal de la Compañía en la misma ciudad, después de 35 años dejé la compañía con la sensación debe haber tenido éxito y de haber entregado todo de mi parte y que la compañía me entregara todo también, todos los ciclos se cierran, este fue bastante largo, sin embargo, el cierre fue en paz, hoy ejerzo como Secretario Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones de la Región de Arica y Parinacota desde el año 2010.
Cuales fueron las enseñanzas que posteriormente entregaba a las personas que estaban a cargo mío:
Siempre hay alguien que nos esta mirando, aunque creamos que no.
Entregar el máximo, sin esperar retribución por lo extra, por que siempre llega, aunque no lo creamos.
El trabajo bien hecho siempre da recompensas,  no solamente material o económicas, sino también de índole espiritual.
Cuando se tiene cargo de jefatura, siempre se debe guiar y apoyar para emprender a quienes tiene a su cargo.
Mantenerse siempre vigente, estudiar aunque uno haya creído que ya llego al tope de su carrera.
Tener claridad que no solamente la carrera significa crecimiento vertical, sino también hay crecimiento horizontal.
No existe cargo o función rutinaria, solo existen trabajadores rutinarios
La motivación más poderosa es la Interna, pues es el motor que nos mueve


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