martes, 31 de julio de 2012

LA LEYENDA DE ACOITRAPA Y CHUQUILLANTO LO MÁXIMO. TRABAJADO CON 4 AÑO DE SECUNDARIA



La leyenda de Acoitrapa y Chuquillanto / quien canta sus penas espanta --cuento tradicional de Perú--

La música es un invento fascinante. A través de ella se pueden sentir tantas cosas que... Un pastor llamado Acoitrapa tocaba la flauta mientras cuidaba de su rebaño. La música se extendía por el valle y creaba tal ambiente de dulzura que hastalas flores se abrían. Chuquillanto, la hija del Sol, que paseaba por la ladera, también se sintió atraída por la bella melodía y subió el monte para saber de dónde venía. Al ver a Acoitrapa, se enamoró de tal manera que perdió el apetito y sus ojos se llenaron de lágrimas. Tenía miedo de que su padre la castigase por fijarse en un vulgar pastor. Pasó varios días llena de pena hasta que una triste canción salió de sus labios y, mecida por el viento, llegó hasta Acoitrapa, que también se enamoró. Los dos jóvenes sufrían por estar separados, hasta que ella se fue a buscar a su amado con la ayuda de un bastón, que por el camino comenzó a hablar: «No tengas miedo, soy el bastón mágico del amor y haré que te reúnas con tu amado». El bastón se abrió como una flor y del centro salió Acoitrapa. Los dos jóvenes se abrazaron felices. El Sol, enfurecido, los perseguía con sus soldados. Entonces Chuquillanto le pidió al bastón que convirtiera a ella y a su amado en piedra, y así su padre los encontró, fundidos en un abrazo eterno. Sin el amor somos simples mortales sin ilusiones ni expectativas. ¿No crees quevale la pena tenerlo como el motor de nuestras vidas?


DUELE AMAR A ALGUIEN Y NO SER CORRESPONDIDO


Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta Duele amar a alguien y no ser correspondido. Pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sientes.



Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando lo conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.



Una de las cosas más tristes de la vida es cuando conoces a alguien que significa todo y sólo para darte cuenta que al final no era para ti y lo tienes que dejar ir.



Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.



Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.



Darle a alguien todo tu amor es seguro de que te amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso; solo espera que el amor crezca con el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo.



Hay cosas que te encantaría oír que nunca escucharás de la persona que le gustaría que te las dijera, pero no seas tan sorda(o) para no oírlas de aquél que las dice desde su corazón.



Nunca digas adiós si todavía quieres tratar.

Nunca te des por vencida(o) si sientes que puedes seguir luchando.

Nunca le digas a una persona que ya no le amas si no puedes dejarla ir.



El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado.



A aquél que aún cree, aunque haya sido traicionado.



A aquél que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado.

Y a aquél que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.

El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos.



Y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces sólo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.



No vayas por el exterior, éste te puede engañar.

No vayas por las riquezas, porque aun eso se pierde.

Ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan sólo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille.



Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír. Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarla de tus sueños y abrazarlos con todas tus fuerzas

EL SECRETO DE SER FELIZ

Hace muchísimos años, vivió en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.

Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.

Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.

Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: "Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz ¿Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo?".

El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida":



"EL PRIMERO, es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.

“EL SEGUNDO, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar:

- yo soy importante,

- yo valgo, soy capaz,

- soy inteligente,

- soy cariñoso,

- espero mucho de mí,

- no hay obstáculo que no pueda vencer:

( Este paso se llama autoestima alta).

“EL TERCER PASO, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres; es decir:

-si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente;

-si piensas que eres capaz, haz lo que te propones;

-si piensas que eres cariñoso, expresa tú cariño:

Si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.

(Este paso se llama motivación).



“EL CUARTO PASO, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

“EL QUINTO PASO, es que no debes albergar en tú corazón rencor hacia nadie: ese sentimiento no te dejará ser feliz: deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida.

“EL SEXTO PASO, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

“EL SÉPTIMO PASO, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.

Y por último, “levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tú alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera puedan ser felices".



Deseo que podamos encontrar la tan ansiada felicidad dentro de nosotros mismos y así reflejarla a los que nos rodean, porque entre más personas sean felices, menos violencia habrá en este mundo.....



“Quien nada aporta a la colmena no tiene derecho a probar la miel”



CAMBIAR DE ACTITUD

1

Cuando me molesta el comportamiento de otro, una situación complicada o cuando las cosas no salen como esperaba, sólo debo recordar que no lo tengo que tomar en forma personal. No soy víctima de todo lo que sucede a menos que escoja verlo así. Aún si las cosas no salen a mi manera, puedo aceptar lo que no puedo cambiar, y cambiar lo que puedo.



Quizás puedo ver mis problemas de otra forma. Si los acepto por lo que valen sin tomarlos en forma personal, puede que encuentre que realmente no son problemas, sólo cosas que no salieron en la forma en que hubiera querido. Este cambio de actitud puede ayudar a liberarme para evaluar la situación de manera realista y seguir adelante constructivamente.



Echar la culpa de mi malestar a sucesos externos puede ser una manera de evitar enfrentarme con la verdadera causa: mis propias actitudes. Puedo considerarme una víctima o puedo aceptar lo que está sucediendo en mi vida y asumir responsabilidad por mis respuestas. Se me podrá guiar para concretar una acción o para no hacer nada, pero cuando escucho la guía de mi Poder Superior, ya no seré la víctima de mis circunstancias.



"Dios no le pregunta al hombre si acepta la vida. Esa no es la opción. Debes aceptarla, la única opción es cómo"

Henry Ward Beecher

(1) Extraídos de "Valor para Cambiar", Grupos de Familia Al-Anon, México

2

Un agricultor encontró una flauta mágica. Esperando hechizar a sus gallinas para que pusieran más huevos, les tocó la flauta todo el día, pero al llegar la noche vio que no había más huevos que los de costumbre. Después, cuando le preguntaron si había tenido éxito, el agricultor contestó: "Claro que sí. No fue un gran día en cuanto a la cantidad de huevos, pero vaya que lo fue para la música"



Hace poco, en un Taller nos pidieron que llenáramos en espacio en blanco en esta frase: "Si ocurriera ……sería feliz". Muchos de nosotros sentimos la tentación de responder que seríamos felices si nuestros seres queridos estuvieran sobrios o encararan la sobriedad de otra manera. Pero otros "Si" nos hicieron sentir muchas carencias: si mi jefe, mi familia, mi empleo, mi gobierno, mis finanzas cambiaran como yo quiero, sería feliz.



Quedó claro que en muchos de nosotros la esperanza está suspendida debido a cosas que no podemos controlar. Estos "si" hicieron que nuestra vida se tornara ingobernable. Si logramos eliminar esos pensamientos recurrentes abandonamos el papel de víctimas, esperando que las cosas cambiaran. Optamos por cumplir un papel más activo en la búsqueda de la felicidad, ahora mismo.

Hay muchos aspectos de mi vida que no puedo cambiar. Lo que sí puedo cambiar es mi actitud. Hoy puedo aceptar mi vida tal como es. Puedo sentirme feliz y agradecido con lo que tengo, ahora mismo.



"Con un cambio de actitud... los hechos del pasado se pueden poner en perspectiva correcta; el amor y el respeto pueden llegar a ser parte de la vida familiar"



... Después de un tiempo podemos notar el cambio cuando nuestra forma de pensar se distorsiona. Pero, si deseamos ponerle fin a nuestros pensamientos negativos, la conciencia es sólo el comienzo.



Hoy prestaré minuciosa atención a lo que me digo. Si es necesario me detendré en la mitad de un pensamiento, empezaré nuevamente y reemplazaré visiones negativas con verdades positivas.



"Lo que nos enseñamos con nuestras actitudes y pensamientos depende de nosotros"



...Es hora de que deje de esperar a que otros me cuiden. La única persona que puede amarme como yo quiero soy yo mismo. "Gradualmente tuve que aceptar el hecho de que mis deseos de "si tan sólo" no se iban a convertir en realidad, pero también aprendí que podía ser feliz aunque no se cumplieran"

"La vida tiene tanto para ser siempre tan feliz. Mucha gente busca la felicidad poniendo condiciones. La felicidad puede sentirse solamente si no se ponen condiciones"

Artur Rubinstein



3



Un día me di cuenta que necesitaba cambiar. Después de haber vivido toda una vida con una enfermedad de actitudes nunca pensé en forma muy elogiosa de mí mismo, así que nunca tuve mucha fe en que mis esfuerzos pudieran verse coronados por el éxito.

Aprendí mucho mirando los gusanos de seda de mi hijo. Los gusanos de seda son criaturas gordas y glotonas, pero de su propia esencia crean algo bello. No tienen posibilidad de decidir. Nacieron para expresar su belleza.



Yo también puedo transformar algo negativo en algo positivo; al cambiar mis actitudes derrotistas, me convierto en un ser humano más bello. Nací con esta belleza dentro de mí y si tan sólo me lo permitiera, podría expresarla libremente.



Hoy puedo hilar un poco de seda para que agracie todo lo que toque. No tengo que recordar el horrible pasado, excepto para aprender de él, para mejorar el presente y para liberar cualquier belleza atrapada detrás de viejos secretos y actitudes derrotistas. Un día ala vez puedo deleitarme con la espléndida persona en la que me estoy convirtiendo.



“Algunas veces es necesario volver a enseñarle la belleza a una cosa... hasta que florezca desde adentro... "

Galway Kinnell



¿Qué hay detrás de estas repetidas declaraciones acerca de que yo tengo el poder de mejorar la forma y la organización de mi vida?



Es esto: Mirarse a uno mismo. ¿Qué estoy haciendo que me crea dificultades o agrava las que ya tengo? ¿Podría ser que yo trato de arreglarlo todo culpando a otros?. Tengo examinar mis impulsos, motivos, acciones y palabras. Esto me ayuda a corregir la causa de mi malestar y a no echar la culpa a los demás

Al principio, la idea de que podamos haber faltado, no es fácil de aceptar. Nos resulta difícil admitir que nuestra conducta no sea como debiera ser.

Tan pronto como yo venza la costumbre de justificar todo lo que hago y empiece a emplear instrumentos tales como la cortesía, la ternura y un cálido interés en otros, ocurrirán milagros. Lo sé porque he visto que así ha sucedido a otros que lo han practicado.

"Si no puedes llegar a ser lo que querrías ser, ¿cómo puedes esperar que otra persona sea exactamente como tú deseas que sea?. Queremos ver perfectos a otros individuos; sin embargo, no atendemos a nuestras propias faltas"

(Tomás de Kempís, Parafraseando

NO LO DEJES PARA MAÑANA

Había una vez...

Un chico que nació enfermo. Una enfermedad que no tenía cura.

Con 17 años y podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su madre y ella aceptó.



Caminando por su cuadra vio muchas tiendas.



Al pasar por una tienda de música y ver el aparador notó la presencia de una niña muy tierna de su edad.



Fue amor a primera vista. Abrió la puerta y entro sin mirar nada que no fuera ella.



Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde se encontraba ella.



Ella lo miró y le dijo sonriente: "¿Te puedo ayudar en algo?" Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida.



Sintió deseos de besarla en ese mismo instante. Tartamudeando le dijo:



Si, eeehhh, uuuhhh… me gustaría comprar un CD".

Sin pensar, tomó el primero que vio y le dio el dinero. "¿Quieres que te lo envuelva?" - Pregunto la niña sonriendo de nuevo.



El respondió que si, moviendo la cabeza; y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo.



El lo tomo y salió de la tienda.



Se fue a su casa, y desde ese día en adelante visito la tienda todos los días para comprar un CD.



Siempre se los envolvía la niña para luego llevárselos a su casa y meterlos a su closet.



El era muy tímido para invitarla a salir y aunque trataba, no podía.

Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se aventara, así que al siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda.

Como todos los días compro otra vez un CD, y como siempre, ella se fue atrás para envolverlo. El tomo el CD; y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejo su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda...



Ringggg !!! Su mamá contestó: ¿Bueno?", era la niña, preguntó por su hijo; y la madre desconsolada, comenzó a llorar mientras decía: "¿Que, no sabes?... murió ayer"



Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de su madre. Más tarde; la mamá entró en el cuarto de su hijo para recordarlo. Ella decidió empezar por ver su ropa, así que abrió su closet, Para su sorpresa se topó con montones de CD envueltos; Ni uno estaba abierto.





Le causo curiosidad ver tantos y no se resistió; tornó uno y se sentó sobre la cama para verlo; al hacer esto, un pequeño pedazo de papel salió de la cajita plástica.



La mamá lo recogió para leerlo y decía:

"Hola!!!, estás súper guapo, ¿quieres salir conmigo?". TQM.... Sofía.

De tanta emoción, la madre abrió otro y otro, encontrando pedazos de papel en varios CD; y estos decían lo mismo....



Moraleja: Así es la vida, no esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes. Díselo hoy. Mañana puede ser muy tarde.

MEJORAR LA AUTOESTIMA: UNA CLAVE PARA ALCANZAR LA FELICIDAD

Elegir y descartar, eso es el vivir. Con acierto al escoger o al desechar se pone en juego una buena parte de ese futuro que a cada uno nos corresponde construir. Parafraseando una conocida canción podríamos decir que la vida es una barca con dos remos en la mar: uno lo llevan mis manos, otro lo lleva . el azar. O el destino, o la Providencia amorosa de Dios. ¡Qué diferencia en la calidad del vivir según las manos que llevan ese ... otro remo de nuestra barca!
La puerta de la felicidad se abre para fuera-, afirmaba Victor Frankl recordando a Kierkegaard. Por eso es propio de nuestro vivir el buscar la felicidad con la mirada puesta en el espíritu de servicio, en nuestra aportación a los demás. Pero, como nadie da lo que no tiene, es preciso poner empeño en el buen rendimiento de nuestros talentos, en lograr rendir las cuentas con la plusvalía que justamente les corresponde.
Hace ya bastantes años, celebraba un buen rato de tertulia en el Colegio Mayor Universitario Guadaira, de Sevilla, Rafael "el Gallo", maestro en el toreo, nos transmitía, sentenciando, pinceladas de sabiduría. La conversación desembocó en el ámbito de la felicidad y en un momento de intimidad el maestro afirmó: Se es feliz cuando se es aquello para lo que se ha nacido. He ahí una definición profunda y asequible de lo que es la vocacional personal. Ustedes posiblemente sepan que fue "el Gallo" quien, cuando le presentaron al joven Ortega y Gasset como filósofo, pronunció aquella frase famosa: Hay gente pato. Es cierto, estamos gente pato, pero no deja de ser curioso que "el Gallo" en su sabiduría, en su experiencia, en aquella tertulia con su frase, Se es feliz ..., enlazaba con la tradición clásica a la que tanto provecho sacó Ortega: el principio pindárico: Llega a ser el que eres, es decir, el que estás llamado a ser.
Cuánto importa saber de dónde venimos y adónde vamos. Es necesario para conocer nuestra posición actual y así, con destino y meta previstos, trazar nuestro itinerario, al menos en la parte que nos corresponde y que de nosotros depende. Punto de partida, meta e itinerario constituyen toda una necesidad vital.
¡Conócete a ti mismo!
Mi amigo Antonio es una persona muy ordenada y meticulosa. Siempre que adquiere un utensilio o aparato va en directo a las instrucciones. A veces ha de buscar entre mil idiomas o las encuentra con una infame traducción al castellano. Aún así las lee y relee con entusiasmo. Y es que valora sobremanera aquello que adquirió y su buen funcionamiento. También le he visto emplear horas y horas en torno a una agenda electrónica que le regalaron por Reyes. Su mujer es todo lo contrario, piensa que todo es fácil y asequible y se lanza con el coche nuevo, la cámara digital de fotos o lo que le echen. Y yo me digo que como no cambien habrá serios problemas de convivencia.
¡Pues más que cualquier electrodoméstico o aparatito valemos personalmente nosotros! Y con frecuencia no nos damos cuenta, no nos percatamos de esa imponente verdad.
¡Cuánta razón tenían los griegos al colocar en el dintel del templo de Delfos la leyenda Conócete a ti mismo! Quizás habría que colocarla en la mesa de despacho de cada uno o sobre la puerta del dormitorio. Eso sí, para aplicación personal y no para dar con el codo a quien nos acompañe y animarle a que se lo aplique él.
En la vida funcionamos con el capital que pensamos tener más que con el que realmente contamos. De ahí la necesidad básica de saber quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos y dónde nos encontramos.
Hay que entrar en la propia vida, poder madurar profundizando en nosotros mismos, hemos de buscar luces para que, llegando desde fuera, nos permitan conocer nuestra propia intimidad. Sólo así cabrá la coherencia y la unidad de vida capaz de propiciar felicidad. La madurez conlleva un mayor y mejor conocimiento, una más plena conciencia desde nuestro yo real de las circunstancias que nos integran, condicionan y enriquecen.
La forja de la Autoestima
A lo largo de la historia la consideración de la propia estima ha contado con periodos de más o menos valoración. El término autoestima es reciente, aún no aparece en los diccionarios. Pero la literatura en torno a la autoestima desborda revistas, conferencias, librerías y un gran espacio en Internet. Conceptualmente es un término subjetivo, a fin de cuentas. Es la apreciación que cada uno tiene de sí mismo y de sus capacidades.
La correcta autoestima es condición de felicidad porque es el filtro que media entre nosotros y la realidad. Una incorrecta y baja autoestima desvirtúa nuestra realidad, se ensaña en los puntos débiles e ignora los que nos enriquecen. Ya podemos triunfar limpiamente en cualquier lid que ese logro será minusvalorado con diversas y poco objetivas razones. En estas condiciones nada nos satisface, aunque todo el mundo nos aprecie, nos halague y estimule, todo nos parecerá una comedia. Y es que falla "la caja de resonancia" en nuestro yo, los estímulos que llegan a la inteligencia y a la afectividad pierden su sonoridad y su fuerza, carecen del necesario refuerzo positivo en nuestro cerebro.
Hay un rasgo muy extendido entre las personas con baja autoestima: el temor exagerado a equivocarse, el pensar que se derivan grandes perjuicios si yerran, el miedo a defraudar las expectativas de los padres -con más frecuencia del padre-, de los jefes, de las figuras que le son relevantes. Así surge una actitud envarada que reduce rendimientos, bloquea y anula buena parte de la propia calidad de vida.
Hemos de aprender a pedir perdón. Sin que se nos caigan los anillos. ¡Cómo engrandece -ante Dios y ante los hombres-, cómo abre las puertas de la confianza y la amistad, del entendimiento y de la escucha, el saber pedir perdón oportunamente! Hay que saber alimentarse de la fuerza sanadora del perdón en quien lo pide y en quien lo otorga.
Siempre es hora de rectificar. Basta tener la humildad de reconocer el descamino, la debilidad o la ignorancia y rectificar "cantando" aquello que aprendimos con aires mexicanos:
Una piedra en el camino
me enseñó que mi destino
era rodar y rodar.
Pero me dijo un arriero:
no hay que llegar el primero,
que lo que importa es llegar

¡Así sabía escuchar Momo!
¡Qué gran cualidad la de saber escuchar! Desde que leí Momo, de Michael Ende, le tengo envidia a la buena escucha de la protagonista. Una chiquilla de pueblo, sencilla y muy normal, pero que escuchaba de maravilla.
Momo ayudaba a todos, para todos tenía un consejo, un consuelo, un estímulo, una alegría, . ¿Acaso por su inteligencia, sus dotes artísticas, sus estudios, su magia o su encantamiento? No, en absoluto. Lo que la pequeña Momo sabía hacer como nadie era escuchar. Eso no es nada especial. Diríamos que cualquiera sabe escuchar.
Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de verdad. Y la manera en que sabía escuchar Momo era única. Así queda descrita en el texto:
Lo hacía de tal manera, que a la gente tonta, se le ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes, y eso sólo porque escuchaba con toda atención y simpatía.
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería.
Los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida, que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones y que no importaba nada a nadie y que se le podía sustituir con la misma facilidad que se cambian una maceta rota, pues si iba y le contaba todo esto a la pequeña Momo, le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era, sólo había uno entre los hombres, y que, por eso mismo era importante a su manera, para el mundo.
.¡Así sabía escuchar Momo!
¡Qué gran regalo haríamos a la humanidad aprendiendo a escuchar mejor! ¡Qué elevado crecimiento en la Autoestima propicia la buena y gustosa escucha! Escuchando se enseña mucho, se aprende mucho y se evitan muchos problemas de comunicación.
Al maestro le gusta... ¡que le quieran!
Volaba en un avión de Madrid a Pamplona. Estaba embebido en los periódicos que la azafata había repartido poco antes. Un premio Nobel habla de su vida, destacaba un titular de prensa nacional. Su infancia -bastante dura y triste- plena de desafecto familiar había transcurrido en los pobres campos lusitanos. Y en un recuadro una pregunta del redactor, directa y clara, a la joven compañera del escritor: -¿Y qué le gusta al maestro?
La respuesta se traslucía rápida y plena de sencillez: -¿Al maestro? Pues al maestro le gusta lo que a todo el mundo: ¡que le quieran!
También fue inmediata mi reacción. Anoté -recuerdo que con "boli verde"- en los bordes de las páginas del diario: En efecto, que nos quieran. Pero ¿a quién se quiere? ¿A quién es más fácil y asequible querer? Pues ¡a quién es amable! A quien facilita el que se le quiera. Dicho con mayor explicitud, a quien ama. Amar es, sin duda, el mejor y más seguro modo de resultar amables, de inducir al amor.
El corazón del hombre -y el de la mujer quizás más- está hecho para amar. Y cuanto más ama y más alto y noble es el amor ejercitado mayor es la autorealización y la felicidad que la embarga.
Pero no hay amor de un "yo" sin un "tú" correspondiente. De ahí que el amor reclame reciprocidad y que el verbo amar haya de conjugarse forzosamente en activa y en pasiva. El amor es libre, voluntario, gratuito. No cabe en él la exigencia. De ahí también la grave afectación de nuestra Autoestima cuando exigimos cariño. ¡Qué diferente es desear ser querido y dejarse querer, a ir mendigando por doquier "limosna de amores"!. Esto suele generar frustración y deterioro de nuestra Autoestima.
Quien a Dios tiene, nada le falta
Mientras disfrutábamos de la sevillana brisa primaveral hace unos meses, me resultó novedosa, siendo obvia, la afirmación de mi admirado amigo José Antonio, Psiquiatra psicoanalista en New York: -La base fundamental de la Autoestima está en el conocimiento y valoración de nuestro ser hijos de Dios. Con esta conciencia bien desplegada, -añadía- nada ni nadie puede hundir el infinito valor y la dignidad de mi vida y de mi ser.
Y más adelante, mientras disfrutábamos elucubrando en estos temas, venía a concluir: -A quien prescinde de Dios le falta la clave, la pieza maestra para entender correctamente la realidad que le circunda y que acaba volviéndosele al fin hostil, amenazante. Es algo similar a la visión del esquizofrénico que no engancha con la realidad y sufre. Y en muchos casos la salida defensiva es la evasión, la herida hacia paraísos sustitutivos, anestesiantes, como el alcohol, el sexo, el trabajo excesivo, las drogas .
Quien a Dios tiene nada le falta concluye el conocido estribillo de Santa Teresa. El texto, a modo de manuscrito está en mi consulta sobre una repisa. Me consta el bien que ha hecho en tantos corazones atribulados por el dolor que, sentados frente a mi mesa, y en un vagar expectante de su mirada, tropezaban con los versos de la Santa de Ávila.
Nada te turbe,
Nada te espante,
Dios no se muda,
La paciencia todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta

La honesta lectura que -con conciencia recta y bien formada- hagamos de las leyes propias de nuestra naturaleza, el "folleto explicativo" de nosotros mismos que la sabiduría divina ha insertado en nuestro ser, nos pone en condiciones de rendir más para tener más, poder dar más y, disfrutando del quehacer diario, continuar dando a los demás. Pero dar . ¿qué? Todo lo bueno de que somos capaces y que libremente ponemos al servicio de los demás. Ese es el modo de ser persona, de crecer y de vivir una biografía feliz y rica en las cosechas del vivir.
Dr. Manuel Alvarez Romero, médico.